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Su colegio le había prohibido usar el baño de niñas por tener órganos genitales masculinos
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Es la primera sentencia a este respecto en EE UU
Coy Mathis nació con sexo masculino pero se ha identificado a sí misma como una mujer desde que tenía cuatro años. La niña lleva varios meses estudiando en su casa desde que el pasado diciembre las autoridades de su colegio informaran a sus padres de que no podría seguir usando los lavabos de niñas y que tendría que utilizar el de niños o los de la enfermería del centro.
Sus padres, con la ayuda de la Transgender Legal and Defense Education Fund (TLDEF, en sus siglas de inglés), interpusieron una denuncia alegando que el centro había violado los derechos de su hija y el estatuto antidiscriminación de 2008 de Colorado que se aplica a los transexuales. El lunes la justicia del Estado de Colorado se puso de su lado.
Según los expertos, la resolución podría tener importantes repercusiones en el resto del país en cuanto a la protección de los derechos de los niños transexuales. Con esta sentencia debajo del brazo, la pequeña Mathis volverá a la escuela.
«Lo que ha sucedido es increíble y no es solo una victoria para Coy, es una victoria para cada niño transexual de todo el Estado», declaró la madre, Kathryn Mathis, a la cadena televisiva ABC. «Es para todos estos menores, para su futuro, para que se les permita ser lo que son. Y lo más importante, no tendrán que pasar su infancia siendo discriminados. Mi hija no entiende lo que ha ocurrido, pero es muy importante», añadió.
De acuerdo con la TLDEF, la sentencia es la primera de estas características en Estados Unidos y «la más tolerante y comprensiva en relación al acceso de los transexuales a los baños con los que ellos se identifican sin vergüenza ni discriminación».
Coy, trilliza que fue inscrita como niño al nacer, siempre ha actuado como una chica, algo que según sus padres empezaron a percibir desde que tuvo 18 meses. Desde preescolar, la niña ha acudido a clase con ropa femenina, sus compañeros y profesores se han referido a ella como una mujer y siempre ha usado los mismos baños que cualquiera de sus compañeras.
A mediados de diciembre del año pasado esta situación cambió. Eldistrito 8 de Fountain-Fort Carson informó a los padres de Coy de que la menor ya no podría usar los cuartos de baño de niñas tras las vacaciones de navidad, puntualizando que debería usar los de los chicos, los del personal docente o los situados en la enfermería.
«La decisión del distrito tiene como fin prever el posible impacto que pueda tener para la comunidad educativa que un niño con órganos genitales masculinos use el baño de chicas». A pesar de que ninguno de los alumnos ni de los profesores se percató de que Coy es físicamente un niño, el colegio alegó que el miedo desarrollado a este respecto por parte de la comunidad escolar se volvería «insoportable». La situación empujó a los padres a sacar a Mathis de la escuela.
Mientras su hermano Max se dedica a jugar con dinosaurios, ella juega con muñecas, continúan los documentos jurídicos. A los cuatro años, Coy ya le dijo a sus padres que pasaba «algo raro con su cuerpo». En ese momento, sus progenitores decidieron acudir a un especialista. El médico le diagnosticó un trastorno de la identidad sexual.
Esta trastorno hace referencia a sentir un malestar persistente acerca de la condición sexual, junto al deseo de pertenecer al otro sexo. No es un cambio de hábitos o de conductas sino una alteración profunda de ser hombre o mujer.
De momento, y debido a su edad prematura, los médicos no han recomendado operar a la niña ni prescribirle un tratamiento de hormonas hasta que llegue a la adolescencia, aunque «los padres deben permitir que su hija viva como una niña», según explica el texto.
Según la TLDEF, 17 Estados y el distrito de Columbia ofrecen algún tipo de protección legal para las personas transexuales. En EE UU, cada vez son más los colegios que prestan atención a los niños transexuales, aunque no existe un pensamiento muy uniforme al respecto. Mientras que en Colorado la Ley de Antidiscriminación prohíbe el acoso y la discriminación a estos alumnos en los colegios públicos, el último informe realizado a este respecto por el Centro por la Igualdad de los Gais y Lesbianas en 2011 concluyó que la discriminación era persistente en cada uno de los sistemas e instituciones de la nación.
Fuente: El País, Sociedad (Carolina García, Washington)