«Yo soy un chico» defiende George Benson, un chico transexual de tan solo seis años.
Un niño llamado George Benson ha hecho renacer el debate de latransexualidad infantil en Reino Unido. Con tan solo 6 años, George, cuyo nombre original era Georgia, y nacido en Cheshire, cumplía con los ‘roles’ característicos de los niños, antes que con el de las niñas. Le gustaba tener el pelo corto, tener los juguetes con los que suelen jugar los niños, prefiere llevar el pantalón del uniforme… Hayley Benson, madre de George, declaró que ya desde los tres años él quería ser tratado como un niño.
La madre ha recurrido a infinidad de profesionales para que su hijo sea feliz y pueda crecer como el niño que es. La madre no se ha mostrado reacia a reconocer que ha tenido un hijo transexual, y está luchando para que se le reconozca, por mucho que naciese con genitales femeninos. También reconoce que «otros padres me han dicho comentarios como ‘¿No has probado a decirle que no?’. Eso me afecta mucho», lógicamente una transfobia que no debe ser permitida.
La maestra de George «no lo aceptaba y decía que necesitaba una autorización del director para que ella pudiera llamarle con su ‘nombre de chico’. La dirección insinuó que era todo cosa mía y me dió a entender que yo tengo este comportamiento porque quiero un hijo», se quejó Hayley Benson. Pero actualmente, se le ha asignado a George un trabajador de apoyo en clase para garantizar que sea tratado como un chico.
Hayley es enfermera y narra en el reportaje para ‘The Sun‘ cómo descubrió que su «hija», era en realidad un hijo. Hayley contaba con tres hijas, pero se dio cuenta de que había algo diferente. George siempre se vestía «de chico» y le pilló intentando cortarse el pelo. La única vez que se puso (obligadamente) un vestido fue para la fiesta de cumpleaños de su hermana, pero tuvo una rabieta muy intensa, y desde entonces lleva traje. Al llevar traje a la fiesta de navidad de enfermería, todo el mundo manifestó que «nunca habían visto a George tan feliz» y que cada vez que le confunden con un niño, su sonrisa se muestra radiante.
En una equivocación diaria, Hayley dijo: «¡Vamos niñas!» y George manifestó: «¡No, yo soy un niño!». A la madre, lo que más le preocupa es el futuro donde su hijo pueda sufrir transfobia por el hecho de ser quien es, principalmente en el instituto.
cáscara amarga (Marcos Gómez)