Triunfo

Esta preciosa poesía está dedicada a nuestros niños en general y a nuestro Ángel en particular.

A Ángel.

¿Acaso el viento es culpable
por ser viento?,
¿es la flor culpable
por ser bella?
¿es el mar culpable
por bailar al ritmo de mareas?

Ahora bailas libre,
tierra adentro,
ahora miras felizmente
tu rostro en el espejo,
ahora ríen
esos ángeles del cielo.

Pues el viento
no es culpable por ser viento,
ni la flor es responsable
de ser bella,
ni el mar de bailar,
descontrolado,
al ritmo de mareas,
ni tú eres culpable
de que tu cuerpo
no obedezca
a tu cerebro.

Por fin,
eres el viento, eres la flor,
eres el mar,
por fin
sientes en ti
tu íntimo
universo.

Antonio García Macías