Todo esto es una locura. Me encanta.
Estoy fatigado, y hambriento (más hambriento que cualquier otra cosa), el estómago está pidiendo comida la mayor parte del día, la otra mitad mi cuerpo pide un poco de «pasión» (jajaja) y una sonrisa casi inmutable se asoma entre mis labios. ¡Claro está que mi día es mucho más que eso!, pero estos tres «maravillosos» síntomas me han acompañado desde la primera semana. Todo esto es una locura. Me encanta.
Mi voz ya está cambiando. Empecé a grabarme «al estilo clásico» como la mayoría de los chicos acostumbran para tener el registro de mis tonos. No fui la primera persona en darse cuenta sobre mi cambio de voz (es difícil, supongo), fue mi novix que al escucharme días después de la primera dosis quedó sin palabras… simplemente me gritó: ¡Tu voz! – jajaja y ambos nos reímos, no lo podía creer, pensé que era una broma, pero al escuchar las grabaciones de mi voz días antes yo también quedé boquiabierto. ¡Es fantástico!
¡Ah! y estoy viviendo, estoy completamente vivo. Soy feliz. Mi cuerpo y yo por fin estamos hablando el mismo idioma. Me entiende y yo aprendí a entenderlo, a aceptarlo como parte de mí, el duro (extremadamente duro) camino me llevó a la aceptación y conocí la lucha, la fuerza. La esperanza. Sentí con mis propios dedos, y una extraordinaria paz, la «realidad» de lo que soy, y me amé, a partir de ese día me amé, me tocó pedirle perdón a mi propia piel, porque le había lastimado tanto! Me había hecho tanto daño a mí mismo que me convertí en una sombra, un fantasma, en un saco delgado de piel y huesos. El mismo día en que me amé… lloré por ultima vez el sufrimiento que yo había dejado entrar en mi alma, lo arranqué y al caer la ultima lágrima no volví a mirar hacia atrás otra vez. No era ni es una opción.
Perdóname -me susurré…. y fui completamente libre.
Luego de eso los días pasaron y un montón de cosas en mi vida empezaron a suceder, un regalo tras otro, una oportunidad tras otra y he intentado aprovechar cada una de ellas (seguramente siempre fue así, pero yo, distraído en mi propio odio y rabia sólo perdí el tiempo).
Quien sea que me esté leyendo, no te rindas por favor, te lo suplico, no lo hagas. No te duermas sin haber visto las estrellas dentro de la inmensa oscuridad. Yo sé que tal vez hoy no lo veas, pero mañana o quizá en un par de minutos tú también serás completamente libre y amarás con locura, sentirás con locura… te convertirás en locura porque serás feliz.