Saludario. Radio Enlace

El día 17 de Marzo, día en que se aprobaba en Madrid la Ley de Identidad y Expresión de género e Igualdad social y no discriminación, participábamos en el programa Saludario de Radio Enlace aportando nuestra experiencia en el acompañamiento de familias de menores transexuales. En ese mismo espacio, el doctor Iván Mañero, participaba también  como experto en cirugía y, desde Chrysallis, queremos hacer pública nuestra opinión sobre su discurso y posicionamiento respecto a la transexualidad, ya que durante la grabación del programa no hubo posibilidad por cuestiones técnicas.

Consideramos que con su uso del lenguaje promueve de forma constante la patologización y estigmatización del colectivo y que incurre en múltiples errores:

  • La palabra «transexual» no de utilizarse nunca como sustantivo, sino como adjetivo.
  • Los hombres trans no han nacido con cuerpos de mujer, sino en cuerpo de hombre trans.
  • Lo que necesitan las mujeres transexuales no es una cirugía que dé a sus genitales una apariencia femenina que le provea de una vagina «funcional» completamente «normal», para que tenga unas relaciones sexuales «normales». Habrá mujeres transexuales que requieran una cirugía genital y otras muchas que no pero, sobre todo, nunca pasando por unos estándares de heteronormatividad que las considere meras receptoras de un pene que, por supuesto, pertenezca a un hombre cisexual. y, aún siendo así, será por propia decisión de la persona, nunca porque «es lo que tiene que ser»
  • Las personas transexuales que deciden no operarse no lo hacen «a pesar de saber que sus cuerpos no funcionan como deberían» sino en un ejercicio de su libertad y de autoconocimiento y aceptación que no cabe cuestionamiento alguno por su parte.
  • Ningún proceso personal debe estar sometido al dictamen de terceras personas, por lo que tanto la evaluación psicológica como el test de vida real o de rol, como el doctor denomina, o cualquier otra injerencia encaminada a determinar la propia identidad constituye un recorte en los derechos fundamentales y debe ser eliminado como requisito para acceder a una cirugía.
  • La palabra «problema» no es sinónima de «transexualidad» y utilizarla de forma reiterada asociada contribuye a generar malestar y promover la compasión.
  • Las personas trans no operadas no necesitan lugares segregados donde se les respete, sino absoluta libertad de movimientos y acceso a los espacios compartidos por el resto de la sociedad en igualdad de condiciones. Lo que se reclama desde una parte de la sociedad es espacios unisex que sustituyan las actuales segregaciones por sexo, no guetos.

El conjunto de la intervención está cargada de un profundo cisexismo y ciertos tintes transfóbicos y no entendemos que después de tantos años de relación profesional con personas transexuales que acuden a su consulta y pagan por sus servicios no se haya molestado en formarse sobre identidad sexual y se conforme con un discurso aparentemente progresista cargado de paternalismo mal entendido.