Autora: Mónica
Mis hijos y yo nos hemos tomado unos días de vacaciones después de estos estos meses de cambios en casa. He vuelto feliz de ver cómo todo lo que nos está pasando está influyendo de una forma positiva en la relación de mis hijos. Los dos pequeños han hecho una piña junto a su hermano mayor y ha sido la primera vez que todos le hemos tratado como Alex.
Ha sido gratificante comprobar cómo a pesar de las peleas y los celos que existen entre los hermanos, en cuanto se han necesitado, el amor que se tienen que tanto les he inculcado, ha dado sus frutos.
Tengo que reconocer que esta experiencia está cambiando nuestras vidas de una forma asombrosa.
Yo llevo mucho mejor el luto que siento por la ausencia de la niña con la que he vivido 14 años (aunque en el fondo de mi corazón sabía que no era la niña que yo me empeñaba en ver) y le estoy dando la bienvenida a un chico feliz y positivo que tiene unas ganas terribles de comerse el mundo.
El otro día, mi madre me dijo que mi hijo tenía mucho que agradecerme, por lo que hacía por él, le contesté que era yo la que estaba agradecida, él que me está enseñando a ser la madre en la que me estoy convirtiendo.
Gracias a todas las familias de Chrysallis por compartir vuestras alegrías y vuestras frustraciones, porque de todo ello estoy aprendiendo y me emociono al saber que no estoy sola y que muchas veces todas somos una.