Hola soy Dani, bueno en realidad Daniela. Tengo 14 años y he vivido escondida desde primero de la ESO, la verdad no sé porqué escribo esta carta, supongo que será para desahogarme.
Mi caso se lo comenté a mi madre pero, por desgracia, no me hizo mucho caso y mi padre se cree que soy homosexual cuando en realidad soy transexual. Desde que tuve cabeza me he sentido mujer, es más, aunque la gente diga que por tener un cuerpo de hombre ya no soy mujer, no es así, en mi opinión el físico no determina nada.
Yo soy mujer, hace varios días vinieron al instituto a darnos una charla y al final de la charla me quedé a hablar con ellos y me pusieron en contacto con Chrysallis, ahí hay personas que me están ayudando mucho. La verdad, ¡me alegro tanto de haberlos encontrado!
Mi situación en el instituto ahora mismo es buena, pero unos años atrás lo he pasado muy mal porque los niños se metían conmigo, yo hacía como que no me importaba pero, a veces, iba a la orientadora a quejarme y después lloraba a escondidas, no entendía porqué se discriminaba a una persona por ser diferente… Con 14 años he aprendido que ser diferente no es nada malo, sino que mi cuerpo no me corresponde, pero no pasa nada, porque hoy en día para todo hay solución.
En el caso de mis amigas ellas me apoyan, me aceptan tal y como soy. Confío en que mis padres me acepten porque, quieras o no, soy su hija.
Mamá o papá, si algún día os leo esta carta será porque me siento preparada para cambiar mi vida y sobre todo porque confío en vosotros y espero que me apoyéis.
Bueno no tengo nada más que decir.
Gracias, atentamente Daniela.