Cada día sin la Ley de Identidad de Género es un día más de vejaciones

Autor: Javier Maldonado

Chrysallis hace suyo este lema de campaña de Amnistía Internacional, e invita a todos los colectivos a que hagan lo mismo.

#NiunDiaMasSinIdentidad

Una vez que el Pleno de la Sala Primera del Tribunal Supremo ha planteado una cuestión de inconstitucionalidad respecto de la exclusión de los menores trans de la Ley 3/2007, resulta ineludible que el Parlamento reforme la actual legislación para permitir el reconocimiento legal de la identidad sexual de los menores, y poner fin a la vulneración de los derechos fundamentales de los menores trans que se viene produciendo en un país como España, del primer mundo y en pleno siglo XXI. La línea a seguir está marcada por otros países, primero Argentina y últimamente Noruega; España tiene la oportunidad de volver a ser referente en Europa, como lo fue con el matrimonio igualitario.

Es urgente modificar la Ley 3/2007. Como hemos venido denunciando, llegando la Presidenta de Chrysallis hasta el Tribunal Supremo y luego al Constitucional, excluir a los menores trans de la Ley 3/2007 fue una ignominia y supone vulnerar varios derechos fundamentales de estos menores, principalmente el derecho a su identidad sexual. Igualmente supone vulnerar derechos fundamentales, condicionar el reconocimiento de la identidad sexual a los dos condicionantes que todavía aparecen en el art. 4 de la Ley 3/2007. La exigencia relativa a que la persona acredite que le ha sido “diagnosticada disforia de género”, o cualquier otro eufemismo (valoración, observación) parte de una concepción patologizante de la transexualidad actualmente superada, y al suponer una forma de “hetero asignación” de la identidad sexual, por definición es contraria a la dignidad de la persona y al libre (no condicionado) desarrollo de la personalidad conforme a la identidad sexual autopercibida, conforme al sexo sentido por cada persona. Tampoco puede entenderse efectivo el respeto a aquellos derechos y valores constitucionales, si se condiciona el reconocimiento registral de la identidad sexual a que la persona deba someterse a cambios físicos, aunque no los quiera, impuestos por una visión del género que parte de que para ser mujer u hombre es preciso tener ciertas características físicas sobre la base de una construcción binaria de géneros masculino y femenino.

La reforma de la Ley 3/2007 es urgente, para que no hay ni un día más sin que se reconozca el derecho a la identidad sexual sin condicionantes. Pero entendemos que no basta con ello, sino que es imprescindible la promulgación de una Ley que contemple de manera integral todas las materias relacionadas con la identidad sexual: una Ley estatal sobre identidad sexual.

NI UN DÍA MÁS SIN IDENTIDAD

#NiunDiaMasSinIdentidad