De pequeño siempre me gustó soñar con ser futbolista, ser piloto de carreras, quise ser el mejor en muchas cosas.
Con los años lo que piensas es ser un guaperas, tener la mejor moto, el mejor coche, etc, etc.
Cuando uno madura es tener un buen trabajo, un décimo premiado de lotería….
Siempre soñando y queriendo ser el mejor. Cuando tienes hijos lo que pides es poder cuidarlos con salud y que no les falte de nada. Ya nuestros sueños pasan a dedicarse ellos y las ganas nuestras de ser los mejores en todo se van apagando.
Mi hija me ha devuelto esas ganas de soñar en ser el mejor, en tener el poder de darle la mayor ilusión a una persona. Seguro que ella no pensaba en ser el mejor futbolista y el mejor piloto. Ella solo soñaba con ser ELLA.
Si se lo podéis dar, dádselo. Cuesta, no voy a decir que no cuesta, pero mira qué cara se le pone. Esa cara en público y rodeada de personas desconocidas nunca la había visto. Y encima como ella siempre quería, con la falda al vuelo, pero esta vez sin esconderse y con la fuerza de todos sus seres queridos apoyándola.
Ahora si he conseguido ser el mejor, qué futbolista ni qué mierda, es lo más grande que puedes hacer, y más si es por un hijo: en este caso por mi hija.
Tío, inténtalo por lo menos. A los que más les cueste entiendo que será muy duro, pero la unión que creáis con ellos y ver cómo sus caritas rebosan felicidad paga todo los malos ratos que os podéis llevar.
Pensadlo, tenéis el poder en vuestras manos de hacer sueños realidad. No perdáis la oportunidad. Te quiero Alexia.
Escrito por uno de nuestros socios.