PAELLA Y COUS COUS A DOS VELOCIDADES

Somos una familia que un día come paella y otro día come Cous Cous, nos gusta el gazpacho y la harira… Tenemos dos hijos, uno cis de 9 años y otro trans de 16. Yo soy cristiana aunque no practicante y mi marido es musulmán creyente. Desde que nos conocimos creímos en la universalidad de los conceptos, el mismo Dios con diferentes nombres. El respeto es lo que hemos intentado infundir en nuestros hijos. Cuando hace unos meses nuestro hijo trans ya no podía más y me dijo que siempre fue un chico, para mí fue un shock muy grande. Mi marido trabaja fuera del país largas temporadas, desde hace varios años y esta realidad no la ha vivido en vivo y en directo.

Nuestro hijo es muy introvertido y la relación con su padre desde la adolescencia ha sido difícil. Todo el mundo pensaba que si no iba a la playa o no se ponía escotes , ni minifaldas, no se maquillaba… formaba parte quizá de sus «genes» paternos…

Cuando lo conté a mi cuñada, ella siendo musulmana y viviendo aquí, solo me dijo una frase: “No importa nada, los niños son lo primero, tienes todo nuestro apoyo”. Si bien es sabido que en países como Irán literalmente obligan a la cirugía genital, ya seas trans o no, eso no significa que todos las personas musulmanas opinen igual. La reacción del padre fue exactamente igual a la mía, negación, culpa, rabia, espera benevolente, esperanza de desistimiento, duelo… Él solo quiere la felicidad de su hijo.

Yo voy a un ritmo de tránsito diferente a mi marido, podríamos decir que él todavía está en el mes dos y yo en el mes seis. Gracias a la información que he recibido, a la experiencia de otras familias de Chrysallis y a las ponencias y textos, he podido entender mejor esta realidad para acompañar a mi hijo en su proceso.

Mi hijo hizo el tránsito, tanto en su instituto con en su entorno, sin ningún problema. En casa la dificultad es que, al estar en «dos velocidades» de tránsito, el proceso está siendo un poco más engorroso. Si no os hubiera encontrado creo que mis fuerzas de aguante hubieran flaqueado, puede llegar a ser un proceso largo y mentalmente agotador. Ahora espero que mi marido os conozca pronto, que hable con los padres y madres valientes y maravillosos de Chrysallis, para que pueda  vencer su miedo al futuro.

Gracias por tanto…