Cómo descubrieron las tendencias de su hija
por Sandra Peebles y Daniel Lastra
MIAMI, Florida – La noticia de un embarazo siempre despierta la curiosidad: ¿Es niño o niña? El género define el curso de la vida de un ser humano, el nombre, el color del cuarto del bebé, la ropa y la esencia de quien es.
Manuela está por cumplir cinco años de edad y está muy clara sobre su género. Ella sabe que es niña aunque nació en el cuerpo de un varón.
“Cuando uno decide ser papá o mamá, no firma ningún condicionamiento», dijo Eduardo, padre de Manuela. «En el caso nuestro con mucha alegría recibimos a nuestro chiquitín hace ya 4 años 9 meses, y hoy hemos entendido que es una persona diferente”.
Él y su esposa invitaron a las cámaras de Noticias 23 a su casa para compartir su historia, pero prefirieron mantener su apellido fuera de la luz pública para mantener la privacidad.
Con apenas unos cuantos meses de nacido Manuel comenzó a mostrar preferencia por artículos femeninos como muñecas y cualquier cosa que brillara. Sus padres se resistieron, pero a los ocho meses Manuel tuvo su primera pataleta por un cochecito rosado para muñecas.
“Y mi manera de volverlo un poco lógico es que era llantas, bueno y en fin de cuentas le iba a ayudar a aprender a perfeccionar su caminado”, dijo Patricia, la madre de Manuela.
La pataleta por este juguete inició un difícil camino en el que aún se encuentra esta familia. Sus padres trataron de guiar al niño para convencerlo de vivir como varón, porque así nació.
El próximo paso que tomaron fue uno de los más dolorosos hasta el momento. Ellos fueron a un especialista en Washington pidiéndole un diagnóstico del problema, pero lo que les sugirió él fue que probaran permitirle vestir de niña, y les advirtió que así sabrían lo que es una persona transgénero.
“La idea era tan grande, tan tremenda que no queríamos ir ahí”, dijo Patricia. “Yo decía todas las noches, ‘Por favor que sea un niño gay y que me pare aquí esta situación porque es que yo no tengo la fuerza para hacer esto’.”
Un fuerte encontronazo hizo reaccionar a estos padres. La directora de la escuela religiosa a la que acude la criatura llamó porque descubrió que Manuel llevaba pantis. Eduardo recordó el incidente con lágrimas en sus ojos.
“Mi reacción fue simplemente: ‘bueno no más tontería y no más pendejada, no vamos a más algarabía; te vas a poner calzones de niño”, dijo Eduardo.
“Con energía, con fortaleza y con voz de ‘hombre’ (se lo dije), pero cuando la niña me mira y me dice a los ojos, ‘Papi entiéndeme, yo soy una niña y las niñas no se ponen calzones.’ Lógicamente ¿yo qué puedo hacer?”, confesó Eduardo.
Dice que terminó por abrazar a su hija y agradecer que recibió un mensaje tan directo de ella misma.
Qué dice la ciencia
El doctor que trató a Manuela en Washington, Edgardo Menvielle, no enfocó la cuestión por el lado de una enfermedad, sino por darle la oportunidad a Manuel de vivir de manera diferente para ver cómo reaccionaba. Fue la primera vez que Eduardo y Patricia habían escuchado el término ‘transgénero’.
«Le dieron una oportunidad de expresarse y experimentar con características más femeninas», dijo Rachel Sotille, directora ejecutiva del instituto YES. «Crearon un espacio donde estaba a salvo».
Usaron el nombre «Manu» para referirse a su hijo durante el periodo de transición, un nombre que representaba un término medio entre Manuel y Manuela.
Aunque querían ver a Manu vivir una vida feliz y saludable, la vergüenza y el ‘¿qué dirán?’ les impedía que su hijo se comportara de dicha manera todo el día.
«Querían apagar el interruptor de la luz cuando iban a salir fuera de la casa o cuando tenía visitantes», dijo Sotille.
Pero una vez que el instituto YES les ofreció asesoramiento y ayuda, se dieron cuenta que no estaban solos en tomar la difícil decisión de criar a su niño como Manuela.
Los peligros y riesgos
La incidencia de suicidio entre los jóvenes transgénero es alarmante. Un estudio de 2010 del centro nacional por la igualdad de los transgénero (NCTE por sus síglas en inglés) indica que el 41% lo ha intentado.
El instituto YES, dedicado a la prevención de suicidios y violencia contra los jovencitos gay, lesbiana y transgénero, explica que para muchos la presión de vivir una vida falsa, escondiendo cómo se sienten, es demasiado.
“El género no es sólo saber quién eres, sino cómo el mundo te percibe y se relaciona a ti”, dice Sottile. “Si tienes un cuerpo que no se alinea con tu experiencia y sentimientos, no importa la edad—prefieres morir que vivir en el planeta como alguien que no eres, y ésa es Manuela”.
Abigail Pereira, una mujer ‘trans’ de 27 años, admite haber intentado el suicidio.
“En tres situaciones intenté eliminarme porque obviamente eran situaciones que no correspondían a mí”, dijo Pereira. “Y veía una agresión constante externa a nivel social, pero más interna a nivel familiar”.
Pereira es una reconocida figura en su natal Uruguay, donde logró que se adoptaran leyes de igualdad para las personas transgénero.
“Mucha gente se confunde en decir: ustedes escogen ser de esa manera”, dice Pereira.
Ella dice que no es así, que su vida entera la dicta como se siente.
“Yo siento ser una mujer desde que me levanto hasta que me acuesto, desde que me miro en el espejo desde que voy al baño y me tengo que sentar porque no concibo hacerlo de otra manera”.
Según el psiquiatra pediátrico Eugenio Rothe, existe a nivel psicológico el trastorno de identidad de género.
“El trastorno de transgénero empieza a la edad de ocho meses y consiste en que el cerebro de la persona registra el cuerpo como si el cuerpo fuera del sexo opuesto,” dice Rothe, “y es diferente a la homosexualidad que tiene que ver con qué sexo escoge la persona como pareja”.
Cuándo y dónde encontrar asesoramiento
La familia confió en el equipo de Noticias 23 para contar la historia de este tema tan sensible. Exclusivamente dejaron que nuestras cámaras entraran en su vida personal con la esperanza de que su lucha sirva para ayudar a otras familias que pudieran estar pasando por esta misma situación.
Muchas personas se preguntarán cuándo es la edad correcta para tomar la decisión de permitir a un ser vivir como se siente. La sexóloga Marylin Volker lleva 30 años de experiencia en este campo. Volker dice que algunos pediatras endocrinólogos están sugiriendo que al momento del nacimiento hagamos pruebas de cromosomas, de hormonas y encefalogramas y después preguntarle a los padres si quieren conocer el género de su bebé, que es diferente al sexo.
Aunque existen muchos buenos especialistas en el Sur de la Florida, la familia de Manuela buscó la ayuda del psiquiatra Edgardo Menvielle, en Washington. El Doctor Menvielle es un profesor de psiquiatría y desarrollo y salud de niños en el Children’s National Medical Center de la Universidad George Washington: Contacto: Dr. Edgardo Menvielle
YES Institute: Si usted está lidiando con una situación similar, el instituto YES pudiera ayudar. También se especializan en asuntos de familias con niños que son gay o que cuestionan serlo. También pueden ponerle en contacto con especialistas locales: +1 305-663-7195 YES Institute
UNIVISIÓN (Sandra Peebles y Daniel Lastra)