La historia de una niña que no es niña

Esta es la historia de una niña que no es niña. Que nació en un parto intenso y salvaje. Y la hizo Salvaje a ella. Nació sin pelo y con los ojos muy abiertos. Una niña. La primera. La niña. Vestida de rosa. Pero con el tiempo nos contó que no era una niña. Que llevaba un cuerpo femenino, pero se sentía un león. Un lobo. Un caballo. Nos contó que era el príncipe valiente que galopaba por el desierto. Que era el ladrón que trepaba las torres. Nos explicó que aunque vistiera un cuerpo de Mujer, ella no era una mujer. Era un ser Valiente y Salvaje. Se cortó el pelo rubio muy corto. Se perforó los lóbulos dos veces y se puso un pendiente de cada, una estrella dorada y una bolita plateada. A veces se peinaba con una cresta y gritaba que el punk seguía vivo. Se calzaba bambas y se desnudaba continuamente, enseñando su cuerpo de color de ámbar. Tan cálido, tan precioso.

Esta es la historia de un niño que nos hizo replantear toda existencia. Que nos contó que llevaba un cuerpo de niña pero que no lo era. Que hizo que su hermano mayor con nueve años le explicara, sentado en el baño, que cada unx puede ser lo que le venga en gana. Y que no por tener vagina se es niña. Que podía ser lo que quisiera. Una niña, un niño, un león o un caballo. Que en casa le querríamos igual.

Es la historia de un muchacho vestido con un cuerpo en femenino, que a veces se cambia el nombre pero siempre se siente Libre. La historia de un niño que enferma continuamente porque la gente que le rodea no entiende que no es una princesa.

Y es la historia de una familia. De un padre y una madre que creían haber parido a una niña, con nombre femenino. Y que tuvieron que aprender a romper clichés y patrones. Que reflexionaron conjuntamente para poder acompañar desde el amor y el respeto a su muchacho nacido niña. Que le apoyaron cuando pidió cortarse el pelo muy corto. Que le acompañaron a perforarse las orejas. Que le llaman León. Que le aman desde lo más profundo. Su muchachito. Su ser Salvaje vestido de niña que no es niña, ni niño. Porque es eso y mucho, muchísimo más. Porque puede ser lo que desee. Y más.

Alba