Las familias de la Asociación Chrysallis manifiestan sentirse defraudadas por la decisión de la Fiscal andaluza contra la discriminación sexual de género, Flor de Torres, ante su decisión de archivar la investigación sobre la actuación del colegio Malagueño, que discrimina por su identidad de género a una menor cuya familia pertenece a esta asociación.
El caso se ha convertido en una prueba de fuerzas entre instituciones, olvidándose de que se estaban tratando los derechos fundamentales de la menor afectada.
Desde Chrysallis se va a continuar trabajando para que la actuación inmoral y reprobable del centro no quede impune. Así mismo, apoya a la familia ante cualquier acción legal que plantee y estudia los posibles pasos a dar a partir de esta decisión.
Las familias de Chrysallis conocen la realidad de otros niños transexuales escolarizados a lo largo de toda la geografía española y aseveran que esta se realiza con la colaboración de centros y profesionales sin mayores inconvenientes. Los docentes suelen ser los primeros interesados en recibir formación y ayudar a sus alumnos a integrarse de acuerdo a su identidad de género intelectual.
Casos como este, son extraordinarios por inusuales, y ejercen de cortina de humo ante una realidad cada vez más patente. La identidad de género se manifiesta conscientemente en la persona entre los dos y cuatro años y es inmutable a lo largo de su vida. Para favorecer su desarrollo digno y saludable, estas personas deben ser tratadas de acuerdo a su identidad de género intelectual desde el momento en que se conoce. Los niños transgénero o transexuales, al ser más vulnerables por pertenecer a una minoría, deben recibir una protección mayor tanto de la familia, como de las administraciones e instituciones.