El país, el primero en realizar el cambio legal tan temprano, ha aplicado la ley de identidad de género de 2012. «El documento le da identidad, respeto», dice la madre
Nunca un país había autorizado sin intervención judicial el cambio de sexo legal de una persona tan joven. Argentina lo hizo este miércoles.Una niña de seis años consiguió que las autoridades le otorgaran el documento nacional de identidad (DNI) con la identidad femenina. La menor, que desde ahora se llama oficialmente Luana, nació con genitales masculinos, pero su madre, Gabriela Mansilla, explica que desde los dos años se identifica con el sexo femenino. El Gobierno de la provincia de Buenos Aires, en manos del peronismo kirchnerista, le entregó el DNI, de acuerdo con lo que establece la ley de identidad de género, que se aprobó en 2012.
“Es el primer caso en el mundo, por la edad de Luana, que una persona transexual tiene su documento con su verdadera identidad de género sin judicializar el trámite”, destacó en una rueda de prensa este miércoles el presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), César Cigliutti. “La diferencia es esencial: es el Estado el que reconoce el derecho de identidad de Luana, lo que demuestra la igualdad de las personas en el marco de la ley de identidad de género. El camino del sistema judicial es discriminador, por la dificultad que tienen las personas a acceder a la justicia, porque es necesario un abogado o una abogada, pericias médicas y psicológicas, lo que supone un trabajo constante, energía y también recursos económicos. Y el fallo sólo se aplica a esa persona individual”, destacó Cigluitti. En el primer año de vigencia de la ley, es decir, hasta mayo pasado, unos 3.000 argentinos cambiaron de sexo en el DNI con solo pedirlo a las autoridades.
El cambio de documento de Lulú, como se hace llamar la niña, despertó un debate en la sociedad argentina, sobre todo por la temprana edad en la que se producía la modificación. Su madre defendió su posición en una entrevista publicada este miércoles en el periódico Página/12: “Todos los transexuales fueron chicos alguna vez. Si le preguntás a cualquier transexual, todo se resume y se vuelve a su primera infancia. Todos recuerdan lo que sentían cuando iban al jardín de infantes. Pero recibieron represión, castigo. Les dijeron: «Vos no sos, vos naciste con estos genitales entonces tenés que tener este género». Pero los genitales no determinan la identidad de una persona”. La mujer anunció que no daría más entrevistas que esa.
Mansilla recordó el pasado de su hija: “Tenía un nene de dos años que tenía agujeros en la cabeza porque se le caía el pelo a mechones; no dormía, tenía pesadillas todo el tiempo, empezó a hacerse pis encima, no quería ir al baño, ni que la bañen, se hundía el pene hasta hacerlo desaparecer, se presentaba delante de mí y me decía: ‘Así quiero, mamá’. Tenía terror de que se lastimara. Se daba la cabeza contra la pared”. La madre cuenta que su hija es feliz desde que a los cuatro años comenzó a ser tratada y vestida como mujer.
“Queremos sacarle el DNI para ahorrarnos todas esas situaciones que teníamos cuando la llevábamos a la guardia [médica]”, explicó Mansilla. “No me voy a cansar de repetirlo: voy con un DNI de un nene y hay una nena para ser atendida. La gente no entiende. Llevás la nena con el mentón abierto para coserla, con un broncoespasmo, con 39 grados de fiebre, con varicela y te dicen: ‘Acá dice que hay un nene’. El DNI le da identidad, respeto. No vamos a pasar más una situación así. Ni escuchar comentarios como: ‘Pero parece una nena, ¿y tiene pene?’, o ‘¿Tiene los genitales atrofiados?’. No es un nene que quiere ser nena. Es una nena trans y tiene derechos, a estudiar, a practicar un deporte, a ir a un médico y que la atiendan como ella necesita. En todos lados piden el documento. La gente confunde identidad con orientación sexual. La tratan como homosexual”, añadió Mansilla.
El jefe de Gabinete de Ministros del Gobierno bonaerense, Alberto Pérez, pronunció un discurso en el acto de entrega del DNI a la madre. «Esta entrega a Gabriela y su hija Luana es una emoción y tiene que ver con la decisión del Gobierno de la provincia de Buenos Aires de poner en vigencia nuevos derechos y la Convención de los Derechos del Niño», dijo Pérez.
El País Sociedad (Alejandro Rebossio, Buenos Aires)