30 minuts Menores transexuales

A finales de noviembre contactaba con Chrysallis una periodista de TV3 para invitarnos a participar en un documental, la experiencia de las familias de Chrysallis con la prensa no es siempre positiva así que como es habitual tomamos la propuesta con  precaución. Conversamos muchas horas con ella, le pasamos documentación y cuestionamos el planteamiento que nos hacía.

Se nos dijo que el programa iba a centrarse en las experiencias de niños y niñas, nuestros niños y niñas, la realidad ha sido otra.

El documental se centra más en la experiencia de adultxs cisexuales, padres y madres que en las niñas y niños, que deberían ser lxs protagonistas. Con ello consiguen que las personas empaticen y sientan compasión. Desde luego en Chrysallis buscamos respeto a ser quien se es y los mismos derechos que el resto de personas, no compasión ni beneficencia.

Hubo un compromiso de no patologizar la realidad trans, pero nos encontramos que la línea narrativa describe lo contrario, incluyendo a una profesional que confunde la diversidad con la anormalidad y cerrando el discurso con quirófanos y una mujer adulta diciendo que como se ha sometido a una vaginaplastía ya no es transexual. Desde Chrysallis respetamos que para ella ese discurso sea válido pero no representa el sentimiento de esta asociación, que tanto en Cataluña como en el resto del estado es la representante del mayor número de familias de menores transexuales.

El documental es excesivamente neutro: no refleja las dificultades, los matices, las luchas, los avances, las contradicciones, la diversidad dentro de lo diverso, por ello lo considero una oportunidad perdida, es una visión cobarde. La respuesta a nuestra crítica es que la sociedad no está preparada, pero lo cierto es que quienes no están preparadas son las personas que lo han elaborado. Este documental esta hecho desde el cisexismo, que considera que bastante hace con visibilizar, con ese tono paternalista de quien se cree superior.

Para ver el documental Trànsit, menors transsexuals

A las familias que se visibilizan solo puedo darles las gracias, no es fácil exponer tu intimidad. Cuando tienes una cámara grabando durante dos días seguidos muestras muchos perfiles, el registro que se quiera dar de ellos es completamente ajeno. Aún así en Chrysallis somos autocríticos y sabemos que lo que una persona narra públicamente como parte de una experiencia individual acaba interpretándose como algo más amplio y puede perjudicar al resto. Es difícil gestionar esto en una asociación que ha multiplicado por 10 el número de socixs en menos de dos años. Nos esmeraremos más en conseguirlo, al menos yo.

A “Jovens Trans de Barcelona” decirles que me ha encantado su vídeo respuesta, que son gente valiente y que para mi si tienen cabida.

(Traducción en la parte inferior)

Para terminar el agradecimiento a esas niñas, niñes y niños que son la esencia de Chrysallis, que nos han hecho despertar a las familias, cuestionarnos y recuestionarnos. Que con su generosidad nos dan lecciones cada día, sin necesidad de ser activistas, ni de decir lo que se espera que digan. Que con su valentía enfrentan al mundo adultocéntrico que por uno y otro extremo  intenta apropiarse de su ser. En esta historia ellxs son lo único importante.

Natalia Aventín

Presidenta de Chrysalllis, Asociación de  Familias de Menores Transexuales.

Traducción vídeo de Joves Trans de Barcelona de Helena Llauradó

¿Cuántas veces nos deben de haber dicho a las personas que estamos en Joves Trans (Jóvenes Trans) que harán un “30 Minuts” (nombre del programa=30 Minutos) de transexualidad?

Ya lo sabemos, este programa nos entrevistó a Joves Trans de Barcelona, pero no nos sacarán. Había demasiado poco tiempo y, obviamente, de todos los más de 30 minutos, no puede haber ni uno que cuestione el sistema de género.

Este programa, como la mayoría que salen en los medios, sólo quiere mostrar esa parte que pueda asimilarse por el sistema. Se muestran esas vivencias que son normativas en casi todo menos en el tema que se trata: “ser trans” para que éste pueda ser aceptado. Y esto hace que se olvide que hay personas trans que no queremos o podemos hormonarnos, que hay trans que no somos heteros, que hay trans que no somos hombres o mujeres, que hay trans que no siempre nos identificamos de la misma forma, que hay trans que no tenemos la capacidad y/o queremos aguantar que nos digan desde fuera si somos trans o no y un largo etcétera.

Este olvido sistemático refuerza que sólo hay una forma de ser trans, de ser trans real o de ser más trans. Esto genera una jerarquía que legitima que se acepte a quien esté arriba pero que nos excluye a todas las demás. Así, se pone la barrera de la norma un poco más allá, aceptando lo que queda más cerca de la norma pero sin cuestionarla.

No es un olvido, no es casual, es, otra vez, una violencia hacia nosotras, hacia todas las que no encajamos en su nueva norma porque nuestra existencia la rompe. Y, encima, se nos pide que estemos contentas porque, como mínimo, se habla de nuestro tema que, como veis, de nuestro poco tiene.

¿Tenemos que estar contentas de que se muestre la misma norma que nos excluye? La normatividad trans, la que jerarquiza, que es clasista, que es cisexista, que es dualista, capacitista. Que jerarquiza porque decide quién es más o menos trans o incluso quién es trans de verdad. Que es clasista porque ignora a las que no podemos pagar ciertos procesos o servicios profesionales o que no tenemos estudios o trabajo. Que es cisexista porque asume que tenemos que querer estos procesos para parecer cisgénero para, a simple vista, encajar dentro del sistema cisgénero. Que es dualista porque no contempla nada más allá de ser hombre o mujer. Que es capacitista por el discurso constante de “somos normales” también en relación a la salud mental ignorando y rechazando las que tenemos depresión, trastorno límite de la personalidad, bipolaridad, etc. porque damos mala imagen. Y muchas otras cosas que podríamos haber explicado en el “30 Minuts” si no nos hubieran censurado. ¿Tenemos que estar contentas de que durante los pocos minutos que se habla de lo trans haya personas cisgénero (es decir, personas no trans que se identifican con el género que se les asignó al nacer) ocupando el espacio, hablando de lo duro que fue aceptar tener una criatura trans? No lo estamos y menos aun cuando esto hace que se excluya a personas trans, cuando esto nos hace literalmente fuera de los medios de comunicación y nos niega la posibilidad de poder explicar nuestra realidad haciendo que la explique alguien que no la vive en primera persona. Cuando esto hace que la gente en casa empatice más con la persona cis que con la trans. Cuando esto hace que se le tiren medallas a la persona cis por algo tan básico como no negar la identidad a sus criaturas.

Por todo esto, lo que se muestra en el “30 minuts” representa todo eso en contra de lo que luchamos y por eso queremos visibilizar todo lo que este programa ha ocultado.