La mayor parte de nuestros órganos están gestionados por el neoliberalismo, menos aquellos considerados parte del aparato reproductivo, que siguen bajo el régimen teológico-patriarcal
La mayor parte de nuestros órganos están gestionados por el neoliberalismo, menos aquellos considerados parte del aparato reproductivo, que siguen bajo el régimen teológico-patriarcal