Muchas personas todavía tenemos mucha transfobia interiorizada, algo que debemos reeducar poco a poco. Las personas que no nos identificamos con el género que se nos fue asignado al nacer tenemos que lidiar a diario con comportamientos y comentarios indiscretos que borran nuestra existencia y que demuestran una vez más que queda mucho por hacer, educar y visibilizar.